La rinoplastia es una intervención quirúrgica que permite modificar el aspecto estético de la nariz, buscando alcanzar una armonía facial equilibrada. Este procedimiento incluye diversas técnicas para moldear el dorso nasal, corregir la punta, reducir los orificios nasales, ajustar el ángulo nasolabial y tratar el tabique nasal para mejorar la función respiratoria.
Durante la primera consulta, se realiza una evaluación detallada y personalizada por parte del cirujano plástico. Se analizan los objetivos estéticos del paciente, teniendo en cuenta las proporciones naturales de su rostro, la estructura ósea subyacente, los rasgos étnicos, el grosor de la piel y la edad. Esta evaluación integral garantiza que se elijan los procedimientos más adecuados para lograr los resultados deseados y realistas.
El proceso quirúrgico de la rinoplastia implica la realización de pequeñas incisiones dentro de la nariz o en la base del tabique, lo que minimiza las cicatrices visibles. A través de estas incisiones, se remodela el cartílago y el hueso nasal según el plan preestablecido durante la consulta inicial. Es importante destacar que la rinoplastia no solo tiene como objetivo mejorar la estética facial, sino también mejorar la función respiratoria en aquellos casos donde sea necesario corregir problemas estructurales internos.
Esta cirugía se realiza con anestesia general y en algunos casos con anestesia local y sedación.
El tiempo de recuperación puede ser de hasta 4 semanas.
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